¿Un reino por una Copa del Rey?

    Mourinho ha ganado. Otra vez. Y ya son demasiadas. El Real Madrid Club de Fútbol ha pasado a denominarse José Mourinho C.F. Y eso, en una institución del tamaño y del calado del club “blanco”, es demasiado. El técnico portugués sigue ganando batallas cada día para hacerse con el poder total del Madrid. Y lo raro es que lo está logrando, bajo la sumisa mirada de un presidente otrora acaparador como Florentino Pérez. Éste sabe que es su última bala. Tras un desembolso económico inigualable, la hegemonía del mejor F.C Barcelona de la historia en España y Europa, Pérez se agarra a su trono apostando por “the special two”. Con todas las consecuencias. Hasta el final. A ciegas. Echando, por la puerta de atrás, a un señor señor como Jorge Valdano. Un madridista reconocido, ex-jugador, ex-entrenador y figura emblemática de los últimos tiempos del equipo de la Castellana. Jorge Mourinho, por su parte, sólo y exclusivamente puede jactarse de haber ganado una Copa del Rey y de haber desfigurado, destruido y destrozado la imagen del mejor club del siglo XX en los diez meses que lleva en el cargo.

   Que es uno de los tres mejores entrenadores del mundo, no cabe duda. Que sus más íntimos reconocen que es una excelente persona, puede ser. Pero que ante la cámara, ante el ojo público, resulta ofensivo, agresivo y desafiante, también. Ha exigido y se le ha concedido. Pidió fichajes y éstos llegaron. Aconsejó que se recuperara la figura de Zidane y lo logró. Marginó a Jorge Valdano primero, luego, le prohibió viajar con el equipo y, si no fuera suficiente, ahora le deja en el paro. “Compro, vendo, pido compatibilizar mi puesto de entrenador del Madrid con el de seleccionador de Portugal, me quejo de los árbitros, del Barcelona, de Villar, de la UEFA, de UNICEF... ¿Qué más da? Visto lo visto, puedo hacer eso y mucho más”, pensará Mourinho a estas horas en su lugar de vacaciones.

   El técnico de Setúbal ha conquistado la Copa del Rey esta temporada gracias a Casillas, Ramos, Carvalho, Marcelo, Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo o Benzema... Meritorio, sin duda, sobre todo tras casi 20 años sin alzarla. El Barça ha ganado la liga y, posiblemente, la Copa de Europa. El vencedor del año parece claro: Josep Guardiola. Ha ganado el Barcelona, ha perdido el Real Madrid, una vez más, y ha caído Jorge Valdano. Pero José Mourinho nunca es el perdedor. Ya se encarga él de echar la culpa a otros, de que rueden cabezas. Nunca la suya. ¿Compensa? No.

Hace unos meses dijo de un desaparecido Pedro León que no era “Di Stéfano ni Maradona”. De Benzema comentó que esperaba “mucho más de él”. Señor Mourinho, usted tampoco es Alex Ferguson ni Johan Cruyff. Y, Florentino, las expectativas con usted también eran más altas.