Hace unos días escribíamos aquí mismo que la liga no estaba vista para sentencia en marzo, cuando la distancia era de siete puntos, y que no llegaría tampoco a mayo, mes en el que finaliza la competición. Afirmábamos que la liga se decidiría en abril. Y, aunque no esperábamos que fuera tan pronto, así ha sido. En esta trigésima jornada, el Real Madrid cayó en el Santiago Bernabéu por 0-1 contra el Sporting de Gijón en el resultado más sorprendente de la temporada (por encima de la manita del FC Barcelona en el Camp Nou) mientras que los azulgranas derrotaron al Villarreal por idéntico resultado en el Madrigal. Adiós al récord de Mourinho, que perdió en casa tras más de nueve años y 150 partidos invicto en el campeonato doméstico. Ocho puntos de distancia restando las mismas jornadas para la finalización del torneo. En definitiva, el adiós a la liga.
Las matemáticas dicen que aún hay vida. Las sensaciones, no. Y no porque el Real Madrid esté en un bajo estado de forma, que no lo está, o que el Barcelona impresione sobremanera, que sí, pero tampoco por encima del resto de la temporada. Pero son ocho puntos, más uno por el golaverage. Nueve en total. Tres partidos que deberían perder los culés para que los merengues pudieran reengancharse. Tendrían que ganarlo todo, incluido el "Clásico" del Bernabéu del próximo día 16, y esperar que el Barça cayese en otros dos encuentros. A éste le queda el Almería, Osasuna, Espanyol y Depor en casa y el Real Madrid, Real Sociedad, Levante y Málaga fuera. ¿Dónde podría, además de en el feudo de su máximo rival, pinchar el Barcelona? Si parece imposible que caiga en uno, en tres... La remontada, como decimos, es posible, pero muy impropable.
¿Qué deben hacer entonces los hombres de Mourinho en el campeonato liguero en las próximas semanas? Tiene la eliminatoria de cuartos de final de Champions contra el Tottenham y la final de la Copa del Rey este mes. Además, esta final la disputará cuatro días después del gran Clásico del fútbol español. ¿Debe reservar a sus mejores hombres en ese encuentro para que lleguen más frescos a la final? ¿Tirar la liga y centrarse únicamente en la copa y en Europa? La situación se antoja complicada. Un equipo grande, de los dos más grandes de Europa junto al FC Barcelona en este momento, en mi opinión, no debería renunciar a nada nunca. Pero, siendo realistas, parece lo idóneo. Karim Benzemá, Cristiano Ronaldo o Marcelo han causado baja en los últimos encuentros. Tres hombres fundamentales para los esquemas de José Mourinho que necesitan minutos y reposo por igual para llegar a tope a este arreón final de la temporada. Además, no hay que olvidar que, si Madrid y Barça pasan de cuartos de final, se enfrentarían a muerte en semifinales de la Champions en busca de una final histórica en Wembley. Casi nada.
Por lo tanto, a Mourinho se le presenta una diatriba interesante: ¿seguimos luchando por la liga o priorizamos definitivamente las otras dos competiciones en las que aún seguimos vivos y en las que, parece, tenemos más opciones de victoria? No parece sencillo. De cualquier forma, lo que sí parece claro es que el Real Madrid y sus seguidores deberían sentirse plenamente satisfechos si esta temporada consiguen arrebatarle un título al mejor Barcelona de la historia, llámese Champions League o Copa del Rey. La liga, a estas alturas, ya tiene otro dueño.
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