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lunes, 26 de diciembre de 2011

Joaquín Caparrós: “No me falta nada para entrenar a un grande”


Aquí está la entrevista íntegra que le realicé al técnico del Mallorca Joaquín Caparrós para el diario digital www.teinteresa.es en su sección de deportes www.teinteresa.es/deportes.

¿Cómo se definiría Joaquín Caparrós como entrenador? ¿Cuál es la su “filosofía de juego”?
Nunca he sido muy de definiciones, pero si algo tengo claro es que me gusta la innovación en el fútbol. Estar al tanto de los avances en lo táctico, lo físico e incluso los aspectos psicológicos. También intento ser muy cercano con mis jugadores y poder confiar en mi cuerpo técnico.

¿Cuál diría que ha sido su mejor momento como entrenador desde que debutara en los banquillos en el San José Obrero hace ya 30 años?
Puffff muchos, no puedo elegir. Hemos conseguido varios ascensos, hemos jugado finales de trofeos importantes y hemos vivido innumerables buenos momentos.

Con usted “explotaron” jugadores como Ramos, Reyes o Muniain. ¿Qué vio en ellos para apostar por hombres tan jóvenes de una forma tan decidida? ¿Lo hizo por convicción o por necesidad?
El haber entrenado en todas las categorías me ha hecho el entrenador que soy hoy en día. Este entrenador siempre ha confiado en la cantera y lo seguirá haciendo. No hay duda de que en periodos de necesidad uno tira más de cantera, pero en nuestra forma de entender el fútbol (la mía y la de mi equipo de trabajo), la cantera es esencial. De hecho uno de nuestros primeros pasos en cualquier club es conocer a fondo las categorías inferiores.

Usted abandonó el Sevilla un año antes de que ganara dos Copas de la UEFA de forma consecutiva. ¿Qué parte de responsabilidad tuvo Joaquín Caparrós en el considerado “mejor Sevilla de la historia”?
No soy yo quien debe decidir eso. Lo que si te puedo decir es que fueron unos años maravillosos en los que conseguimos muchas cosas, aunque los títulos llegaran algo después.

Del Sevilla al Depor y de éste al Athletic, todos clubes míticos de la liga española. ¿Con qué se queda de esas experiencias?
Siempre he dicho que de cada experiencia como entrenador se aprende algo. Y ojo, tanto en las buenas como en las malas. Son tres equipos muy diferentes de ciudades y con aficiones que difieren entre sí. Cariño, aprecio, satisfacción, son palabras que me unen a todos ellos.

Después de su paso por el Athletic, ¿por qué eligió un equipo suizo y por qué el Neuchâtel?
Porque tras meditarlo y planteárselo a mi cuerpo técnico decidimos que era el momento idóneo para dar el salto a un club de fuera de España. Era un proyecto ilusionante en lo deportivo y en lo personal.

¿Fue tan mal la experiencia allí como se contó desde España? Se habló de presiones, amenazas, insultos… ¿Fue para tanto?
Como ya he dicho en alguna ocasión es agua pasada y no entraré a tratar nuevamente el tema.

Y entonces regresó a España. ¿Qué le hizo decantarse por la oferta del Mallorca en su regreso a la Liga BBVA?
El proyecto y la confianza que depositaban club y jugadores en mí incluso antes de que yo mismo supiera que elegiría entrenar al Mallorca. Puedo decir que las relaciones personales jugaron un papel importante en el fichaje. Espero poder devolver esa confianza con resultados.

Tras Sevilla y Athletic, dos conjuntos instalados en Europa en los últimos tiempos ¿es un paso atrás para Joaquín Caparrós entrenar al Mallorca?
En absoluto. No olvides que Caparrós llega a un Sevilla en Segunda División y a un Athletic muy lejos de competiciones europeas.

¿Por qué ha firmado un contrato por tan solo nueve meses?
Creo que es lo más sensato y más cuando llegas comenzada la temporada. No me planteo abandonar el club, pero creo que lo mejor para ambas partes es esperar a final de temporada, hacer balance y pensar posteriormente en el futuro.

¿Le puede aportar algo al Mallorca el mercado de invierno?
(Joaquín comenta que no entiende la pregunta)

¿Cree usted que la aparición de nuevos ricos en el fútbol europeo, véase el caso de Málaga, PSG o Manchester City ha creado una hornada de nuevos pobres en las primeras divisiones del continente?
No lo creo. Las diferencias siempre han existido y seguirá siendo así. Yo abogo por un fútbol con presupuestos más igualitarios, sabiendo que es muy difícil conseguirlo.

¿Qué opina Joaquín Caparrós de la propuesta del presidente del Barcelona, Sandro Rosell, de una liga española de 16 equipos? ¿Formaría parte el Mallorca de esa liga?
Permíteme que no entre a valorar esta cuestión. Si algún día se diese el caso no tendría problema en hablar del tema.

¿Es el campeonato español cosa de dos? ¿Se parece cada vez más al torneo escocés, como nos cansamos de leer una y otra vez?
Todos pensábamos que sí a comienzos de temporada. Se demostró que no era “tan” así durante muchas jornadas. A mí no me cabe duda de que al final son ellos los que lucharán por la Liga, pero somos muchos los que tenemos cosas que decir en la competición.

¿Qué le falta para entrenar en un grande?
Todo depende de lo que consideremos grande. En todo caso no creo que me falte ni que me sobre nada. El tiempo dirá si algún día ocupo uno de esos banquillos.

Parece que no hay vida más allá de Guardiola y de Mourinho en los banquillos españoles pero, ¿en quién se fija Joaquín Caparrós como entrenador tanto en España como en Europa?
Siempre he tenido como referente a Benito Floro.

¿Cómo ve el Clásico entre Real Madrid y Barça de dentro de unas semanas? ¿Está ya el Madrid a la altura del Barça?
Cada día que pasa está la cosa más igualada. Ya se demostró la temporada pasada. No podría pronosticar un resultado.

Hablemos un poco de la selección. Parece que, después de los malos resultados cosechados en los recientes amistosos, el país ha perdido un poco de confianza en “La Roja”. ¿Cómo ve al combinado nacional Joaquín Caparrós? ¿Seguimos siendo favoritos para llevarnos la Eurocopa de 2012?
Dudar de la Selección es como dudar de Rafa Nadal. Seguimos teniendo un grupo de jugadores excepcional que van a luchar por ganar de nuevo la Eurocopa. Como todo gran torneo, es muy complicado levantar el trofeo de ganador, pero no dudo de que los chavales lo van a intentar con todas sus fuerzas.

Tiene usted una página web, fue comentarista en La Sexta… ¿tenemos en Joaquín Caparrós a un futuro compañero de profesión? ¿Cómo y dónde se ve cuando abandone los banquillos?
Me gusta mucho el periodismo. En mi etapa en Bilbao comencé a estudiar la carrera que he tenido que dejar por motivos de movilidad geográfica. Todavía no me veo al otro lado, pero nunca se sabe.

Infinitas gracias por atendernos Joaquín. Te deseamos mucha suerte con el Mallorca y en todos los proyectos que emprendas en el futuro. Un abrazo grande.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El sueño rojiblanco duró veinte minutos

   Real Madrid y Atlético de Madrid se veían las caras en el Santiago Bernabéu con la historia reciente muy a favor de los blancos. Doce años sin conocer la victoria en el campo del rival podía pesar como una losa sobre los jugadores rojiblancos. Pero, una vez saltaron sobre el terreno de juego, todo pareció esfumarse. Nada de grandes ni de pequeños. Once contra once en un escenario inmejorable con la historia como testigo.

   El Atlético de Madrid salió de forma impecable de los vestuarios. Su entrenador había avisado de que buscarían un partido “feo” y “bronco” pero nada más lejos de la realidad. Toque, control, solidez, colocación… Todo eso y más demostró el Atlético en los primeros compases. El Real Madrid no estaba cómodo y de ello se aprovechaba el equipo de Manzano. Así, como no podía ser de otra forma, el conjunto rojiblanco se adelantó en el marcador gracias a una gran jugada individual de Adrián, que conectó con Salvio dentro del área y batió a Casillas con un sutil disparo. La pesadilla podía llegar a su fin…

   …hasta que apareció Benzemá. Diez minutos solamente le duró la alegría a la parroquía del Manzanares. El francés recogió un buen pase en la frontal, encaró a Courtois y éste le derribó tras verse sobrepasado. Penalti y expulsión. Cristiano no falló y empató el marcador. Fue el principio del fin para el Atlético. El resto de la historia es por todos conocida. Se lleva repitiendo doce años. Los rojiblancos lo vieron más cerca que nunca durante poco más de 20 minutos. Sueños. Ilusiones. Esperanzas. Todas rotas en segundos. El Madrid venció, finalmente, de forma merecida. Habrá que esperar, como mínimo, al año que viene, cuando se cumplan 13 años de la maldición. Un buen número para espantar cualquier fantasma…o no.

martes, 29 de noviembre de 2011

Bienvenidos al universo Sahin

   Nuri Sahin debutó esta noche con el Real Madrid como titular y no lo hizo en un escenario cualquiera. El turco, que ya había disputado unos pocos minutos entrando desde el banquillo, se estrenó en el Santiago Bernabéu, además en Champions League, con el equipo blanco. El rival, el Dínamo de Zagreb, último del grupo. En un equipo “mixto” formado por titulares y suplentes, Sahín dio muestras de su talento. Algo que no sorprende a quienes le han seguido a lo largo de su trayectoria…

   Nuri Sahín acaba de cumplir 23 años. Cualquiera podría pensar que, a pesar de tener calidad, sigue siendo una promesa. No es así. Y es que el jugador turco debutó en el Borussia Dortmund, equipo que le vio crecer, con tan solo 16 primaveras, convirtiéndose así en el jugador más joven en debutar en la historia de la Bundesliga. En edad juvenil, ya dio muestras de todo lo que atesoraba. Irregular e inconstante, por entonces sólo lo hacía con cuentagotas.

   Aún así, su debut no se debió a la casualidad. Nuri acababa de realizar un europeo sub-17 delicioso, al alcance de muy pocos hombres de su edad, llevando a Turquía al título. Una selección poco acostumbrada a las alegrías y que, gracias a un imberbe de apellido Sahín, tocaba la gloria con los dedos.
Tras un par de temporadas en el Borussia de Dortmund en las que no jugó todo lo que hubiera deseado, se marchó cedido al Feyenoord holandés. Parecía estancado. Su talento cada vez aparecía menos. En un fútbol de más toque y precisión, se hizo hombre. Creció. Sus piernas tuvieron los minutos que necesitaba y su cabeza se amuebló. Su carácter pasó de adolescente a adulto. Estaba listo para volver a casa.

   Y allí, despuntó de forma definitiva. Su última temporada en el Borussia no admite adjetivos. De hecho, la propia Bundesliga prefirió ahorrárselos y le nombró, directamente, mejor jugador de la liga. El Borussia se convertía, casi una década después, en campeón de Alemania. Nuri volvía a llevar a uno de sus equipos a la gloria. Lo hacía de la forma que mejor sabe: haciendo ruido sobre el terreno de juego. Y es que Sahín se caracteriza por su movilidad, su juego de toque y combinación y por una clarividencia en los últimos metros al alcance de muy pocos. Juega y hacer jugar a todos los que le rodean. Zurdo, dispone de un disparo de media distancia preciso y peligroso.

   Todas estas características enamoraron a Mourinho que, tras un año en el Real Madrid, lo vio claro. Telefoneó al turco, como así reconoció el jugador, y le pidió que se sumara a su proyecto. Nuri conocía la respuesta desde el inicio: quería volver a tocar la gloria. Quería hacerlo de blanco y de la mano de Mourinho. Aceptó. Esta noche debuta y ya mira a la gloria más de cerca.

España se deja el prestigio en sus “bolos” por el mundo

   Toda España tocó el cielo aquella noche veraniega cuando el capitán, Iker Casillas, levantaba la Copa del Mundo en Sudáfrica tras derrotar en la final a Holanda por 1-0. La felicidad máxima de toda una nación. La inclusión de una estrella en la camiseta de un equipo que se convertía en el mejor combinado del planeta fútbol tras sus victorias en la Eurocopa, primero, y en el Mundial después.

   Y esa estrella, ese estatus, requiere unos mínimos. Supone pasearse por cada uno de los continentes con la cabeza alta, con la motivación y las ilusiones de un país que te cubre las espaldas. La selección española, por unos motivos u otros, tras Sudáfrica, se relajó. Estrenó estrella en agosto de 2010, apenas un mes después de tocar la gloria, frente a México, en el Estadio Azteca. Había ganas de ver de qué era capaz un conjunto que había eliminado a Portugal, Alemania y Holanda. El resultado, decepcionante: 1-1 y gracias. La cosa no había empezado de la mejor de las maneras.

   Un mes después, una prueba de fuego: la Argentina de Lionel Messi que, tras un decepcionante Mundial, estrenaba entrenador (Batista) y renovadas ilusiones. España volvió con el orgullo tocado y con un saco de goles en la maleta (4-1). Algo no iba bien. Los hombres y el cuerpo técnico eran los mismos. El juego, no. Y eso quedó refrendado en noviembre. Tras Messi, Cristiano Ronaldo. Portugal apabulló a los hombres de Vicente del Bosque por 4-0. La selección seguía dejándose el prestigio fuera de casa.

   A partir de entonces, todo empezó a cambiar. Año nuevo, esperanzas nuevas. El siguiente amistoso fue en casa y, aunque el equipo no brilló, por lo menos se alzó con la victoria ante una incómoda Colombia (1-0). Después, el agua bajó por sus cauces naturales. En junio, en Boston, España derrotó a Estados Unidos por 4-0 y, poco después, hizo lo propio frente a una débil Venezuela por 3-0. La estrella volvía a emitir luz. Las señales eran de nuevo positivas.

   Eran todos equipos inferiores a España. Cierto. Se había jugado mejor. Muy cierto. Pero no eran medidas reales. En agosto, Italia nos bajó de la nube. Otra vez. En Bari, Casillas y compañía cayeron por 2-1, viéndose impotentes, una vez más, ante una de las teóricas mejores selecciones del planeta. Una victoria por la mínima ante Chile en septiembre por 3-2 no fue suficiente. Algo seguía mal. E Inglaterra, hace unos días, lo dejó claro. De nuevo. El equipo de Capello fue inferior pero se llevó el partido por 1-0. El empate ante Costa Rica (2-2) forma parte, sólo, de esa pérdida paulatina de prestigio en la que ha entrado España desde que se proclamó campeona del mundo. Unos dicen que antes “sólo ganaba los amistosos y perdía los oficiales y que ahora es al revés”. La realidad es que hay que demostrar por qué se es campeón del mundo. Siempre.

Barcelona: apuesta decidida por la cantera

   Pep Guardiola representa mejor que nadie lo que significa ser del Barcelona: fue recogepelotas del club, formó parte de sus categorías inferiores desde los 13 años, se convirtió en capitán, emigró y regresó a su casa poco después para convertir al conjunto blaugrana en uno de los mejores equipos de la historia del fútbol.

   Como jugador fue un mito. Como entrenador, una leyenda. Guardiola ha entrado ya con letras de oro en los anales de la historia gracias a un credo en el que fue criado y que, hoy, él ha perfeccionado: su fe ciega en los hombres de la casa. Y es que 21 canteranos han debutado ya a sus órdenes…

   Johan Cruyff, piedra angular del “Dream Team” desde el banquillo, basó su éxito en la misma fórmula. Con Guardiola como director de orquesta, el holandés decidió rodearle de canteranos como Albert Ferrer o Guillermo Amor y con jugadores nacionales de renombre como Begiristain, Abelardo o Bakero. El hoy entrenador blaugrana repite la ecuación. Muchos dudaban de su capacidad cuando aterrizó en el Camp Nou, hace ya tres temporadas y media.

   Pero el tiempo ha acabado dándole la razón. La vuelta a las raíces ha dado resultado. Y eso que nadie lo hubiera dicho cuando, en sus primeros partidos como entrenador del primer equipo, apostó como titular por Sergi Busquets, mediocampista inexperto que contaba sólo con algunos partidos en Tercera. Guardiola ya le dio galones cuando entrenó al filial y éste no acusó el cambio de categoría. Tres años y medio después, es pieza clave del equipo y de la selección española. Decisión arriesgada. Éxito asegurado.

   Busquets fue el primero de muchos. De 21 en total, tras debutar Rafa Alcántara y Óscar Tello este jueves en Copa del Rey. Véase a siete por temporada. De la larga lista destacan otros fijos como Thiago, enésimo “crack” criado en la fábrica blaugrana, o Fontás, con ficha ya del primer equipo. Por eso a nadie le ha sorprendido cuando, en los últimos tiempos, un campeón del mundo como David Villa ha visto desde el banquillo cómo un chaval de 20 años de nombre Isaac y de apellido Cuenca le robaba minutos… Riesgo. Éxito.

   De la lista, hay algunos que han entrado y salido paulatinamente de las convocatorias como Bartra, Montoya o Sergi Roberto. Destacan también algunos pilares del filial que ya conocen lo que es vestir la elástica del primer equipo pero que, de momento, juegan en Segunda como Muniesa, Dos Santos, Jonathan Soriano, Miño o Deulofeu. Aunque no es oro todo lo que reluce: algunos se han visto obligados a abandonar Can Barça en busca de minutos. Es el caso de Bojan y Botía (convocados en diferentes momentos con la selección), Abraham, Xavi Torres, Gai Assulin, Nolito u Oriol Romeu.

   Pero esta tendencia no es flor de un día. Guardiola ascendió al filial de Tercera a Segunda División B en 2008 en su primer año como técnico, lo que le hizo “subir” a él al primer equipo. El Barcelona “B” realizó la campaña pasada la mejor temporada de su historia, acabando tercero de la Segunda División Española con Luis Enrique como entrenador. Otro exjugador culé en los mandos… Los dos mejores momentos de la historia de su cantera coincide, además, con las dos etapas más éxitosas del club: en el denominado “Dream Team” y ahora mismo. Y no es coincidencia.

   Lionel Messi llegó a La Masía con 12 años y debutó en el primer equipo con 16 bajo las órdenes del holandés Frank Rijkaard. Hoy, con 24, casi una década después, es doble vencedor del Balón de Oro que le acredita como mejor jugador del mundo. Xavi Hernández e Iniesta, segundo y tercero del galardón hace unos meses, o Víctor Valdés y Carles Puyol tomaron la alternativa en Primera gracias a Louis Van Gaal.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La hora de Christian Gourcuff

 
   Christian Gourcuff (Francia, 1955) pasará a la historia. Hubo una época en la que se pensó que lo haría por ser el padre de Yoann Gourcuff, talentoso mediocampista ofensivo que juega actualmente en el Lyon. Tan talentoso como irregular. Hubo otra en la que la gloria parecía que se quedaría en un ámbito más local, en Lorient más concretamente, conjunto en el que desarrolló parte de su carrera como futbolista (1982-1986) y al que entrena actualmente. Pero sus logros, pasados y recientes, señalan otra cosa. Apuntan a un devenir mucho más glorioso. Merecido. Un futuro en la verdadera élite. Y es que muchos son los indicios que demuestran que ha llegado la hora de Christian Gourcuff.

   Como futbolista desarrolló una carrera que arrancó profesionalmente en el Rennes en 1972, cuando sólo tenía 17 años. Allí estuvo dos campañas. Después, una ristra de equipos humildes como el US Berné (1974-1978), EA Guingamp (1978-1980), FC Rouen (1980-1981) o La Chaux de Fonds suizo (1981-1982). Esa fue su última temporada como jugador...únicamente. Y es que su periplo en los banquillos despegó con 27 años cuando combinó las funciones de futbolista con las de entrenador en...el Lorient. Cómo no. Nada volvió a ser lo mismo. Ni para él ni para el equipo. Cuatro años (1982-1986) fueron suficientes. Gourcuff entendió que se había creado una conexión especial. Se miraron. Conectaron. El amor de una vida. Lo cogió hundido en divisiones semi-profesionales y lo ascendió a la segunda categoría del fútbol francés. Casi nada. Y no de cualquier forma... Al hacerse cargo del equipo expuso: “Le FC Lorient s’efforcera toujours de soigner la manière par respect des joueurs, du public et du football à l’extérieur comme à domicile. C’est la seule façon de progresser. La recherche du résultat à tout prix c’est la mort du football”. El Lorient se esforzará siempre en cuidar las formas por respeto a los jugadores, el público y el fútbol tanto fuera como en casa. Es la única forma de progresar. La búsqueda del resultado a cualquier precio es la muerte del fútbol”. Personalidad. Liderazgo. Ideales.

   Aún así, Christian decidió que debían separarse para seguir creciendo. En 1986 no pudo mantener al equipo en segunda y, a pesar de descender, fue nombrado mejor técnico de la categoría... Le Mans le acogió (1986-1989) y fue su última experiencia combinando el terreno de juego con el banquillo. Tras pasar un par de meses en Canadá en el Supra de Montreal, volvió a Francia para retomar su puesto como profesor de matemáticas combinándolo con el modesto Pont L´Abbé (D4).

Lorient, hogar y trabajo de toda una vida

   En 1991, el Lorient volvió a llamarle. En tercera división en ese momento, entendían que Gourcuff era el hombre idóneo para que el club siguiera creciendo. Una temporada después, el equipo estaba en Segunda. 365 días después, de nuevo en tercera. En 1995, en segunda. Idas y venidas. La fe en el proyecto mantuvo a Christian en el banquillo y, en 1998, los sueños se hicieron realidad. El Lorient ascendía a la máxima categoría del fútbol francés tras acabar segundo en el campeonato y Gourcuff volvía a ser elegido entrenador del año. Aún así, la aventura sólo duró una temporada. En 1999, los bretones volvían a verse en la división de plata. Pero no por mucho tiempo ya que, en 2001, el “padre de Yoann” obraba el milagro de nuevo. Diez años después de haber aterrizado en el banquillo del Lorient, Christian decidía que había tocado techo y optó por marcharse. La obra de toda una vida. Con la sensación del trabajo hecho de una forma inmejorable.
   
   Su destino: el Stade Rennais, equipo que le vio nacer profesionalmente como futbolista. Lo más cerca que ha estado de entrenar a un equipo de la “zona alta” de la clasificación. Poco antes de empezar, fichó a su hijo. Fracaso rotundo. Enfrentado a algunos de sus jugadores y luchando por evitar el descenso toda la temporada, la aventura duró sólo una campaña. Él se fue. Yoann se quedó. En mayo de 2002 hizo las maletas y dejó el equipo rumbo a Catar. Necesitaba desconectar. Pero no por mucho tiempo. Un año después, el Lorient volvía a acordarse de él. Era imposible no hacerlo. Llamada de socorro. “Hemos vuelto a descender”, decían. “Ayúdanos de nuevo”, susurraban. Allí estaba él. Otra vez. Tras “reconstruir” gran parte del club, adaptándolo a las nuevas necesidades del fútbol moderno y siempre instaurando un sistema de juego basado en la combinación, agradable para el espectador y tan efectista como efectivo, logró que él y toda la comarca bretona volviera a sonreír. Mejor técnico del año. Era 2006 y el equipo volvía a verse en la Ligue 1. Lo había vuelto a hacer. Como anillo al dedo. La unión de dos seres hechos el uno para el otro. Así podría definirse la relación de Gourcuff con el Lorient.
    
   A partir de entonces, nada de altibajos. A pesar de perder a sus mejores efectivos al final de cada una de sus campañas, el equipo parece ser más y más fuerte. Resurge de sus cenizas, cada vez, con más intensidad. Desde hace ya media década no ha vuelto a pisar la segunda división. Este pasado verano dejó marchar a Kevin Gameiro, su máximo goleador, y a Morgan Amalfitano, su mejor creador. Las previsiones parecían poco halagüeñas. Meses después, su situación es inmejorable: el Lorient ocupa, tras 13 jornadas, la séptima plaza de la clasificación con 20 puntos tras sumar cinco victorias, cinco empates y sólo tres derrotas. Además, llamó la atención del planeta fútbol el día de su debut esta campaña frente al todopoderoso París Saint Germain. Todo parecía preparado para que el equipo de la capital abriese la temporada con una goleada fácil ante el conjunto bretón. Pastore, Ménez, el propio Gameiro... Muchos nombres. Demasiado talento. Christian Gourcuff y su táctica silenciaron Francia. 0-1 y un toque de atención. Otro más. “Sigo aquí. Soy importante”. Un equipo serio sólido fuera de casa. Casi insuperable en su feudo, el Stade du Moustoir, donde parecen infranqueables (aún no conocen la derrota esta campaña).
    
   Laurent Koscielny defendió la casaca de les Merlus y abandonó el equipo rumbo al Arsenal hace ya una temporada. En ese momento se reforzaron las relaciones entre Arsène Wenger, cacique francés del combinado inglés, y de Christian Gourcuff. Los dos afirman que no existen relaciones oficiales entre ambos conjuntos a la hora de ceder o vender jugadores. Son amigos. Se hacen favores. Este último verano y tras el affaire Koscielny, el del Arsenal reclutó al costarricense Joel Campbell, que había maravillado al mundo, primero en la Copa América y, después, en el último Mundial sub-20. Pero no tenía el permiso de trabajo británico. La solución: un préstamo. Dirección: Lorient. Pero no ha sido el único contacto entre ambos técnicos este verano. Necesitado de jugadores en punta, Gourcuff le preguntó a su colega alsaciano. “Ficha a Gilles Sunu y a Jérémie Aliadière”, le debió decir éste. Dos exjugadores de Wenger. La apuesta no pudo salirle mejor. El segundo ha vuelto a su mejor nivel tras no rendir en Londres y, el primero, empieza a explotar en su tierra.
   
    Gourcuff ha dirigido al Lorient durante 22 campañas en total (separadas en tres fases). Arsène Wenger lleva 15 en el Arsenal. No en vano, Christian ya ha sido bautizado por muchos como el “nuevo Wenger”. Muchas son las voces que se oyen ya desde el Reino Unido sobre el sucesor de éste. Éstas parecen gritar “Christian”. Chillan “Gourcuff”. Seis años menor que el alsaciano, la realidad es que por filosofía de club y de juego pocos perfiles encajan mejor que el del “padre de Yoann”. La realidad nos dice que podría ser en la capital de Inglaterra o en cualquier otra. La hora de Christian Gourcuff ha llegado.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Eterno Casillas

   Iker Casillas (Madrid, 1981) jugará esta noche su partido número 126 con la selección española y se convertirá, de esta forma junto a Andoni Zubizarreta, en el jugador que más veces ha vestido la elástica roja. Iker, hoy, tiene 30 años. Su historia con España se remonta a hace ya 11 temporadas cuando, con 19, Jose Antonio Camacho le dio la alternativa. Casillas nunca olvidará ese amistoso previo a la Eurocopa de 2000 que acabó 1-1 contra Suecia. El resto del país, tampoco. Por entonces empezaba a hacerse un nombre en el Real Madrid, equipo y ciudad que le vio nacer (aterrizó en el club de la Castellana con sólo 9 años). Poco más de una década después, se ha convertido en santo y seña del combinado nacional, en el "salvador" del equipo, como así reconoció en rueda de prensa este viernes Xavi Hernández. 

   Antes de debutar con la selección absoluta, Casillas ya había probado la gloria en las categorías inferiores de "La Roja". En 1999, en el Mundial sub-20 de Nigeria, Iker era suplente de Daniel Aranzubía. En cuartos de final se cambiaron de tornas. La apuesta no pudo salir mejor. "El Santo" volvió a hacer acto de presencia en la tanda de penaltis contra Ghana y España se clasificó para semifinales. Al final, el combinado nacional se alzó con el título, en un equipo que contaba otras leyendas como el propio Xavi Hernández. Casillas ya había saboreado anteriormente el éxito ganando los campeonatos de Europa sub-16 y sub-20.

   El 3 de junio de 2000, Iker vistió la elástica de la absoluta por primera vez. Nacía una leyenda. El segundo debutante más joven en la historia de España. En la Eurocopa de 2000 fue para aprender. José Francisco Molina y Santiago Cañizares le cerraban las puertas. Un par de meses después, el 2 de septiembre de ese mismo año, jugaba su primer partido oficial. También llegaba su primera victoria, 1-2, contra Bosnia. Desde ese momento, y hasta hoy, nadie ha sido capaz de bajarle de la titularidad: ni el propio Molina ni Pepe Reina ni, más recientemente, Víctor Valdés. Nadie. 

   Eso sí, la historia de Iker con la selección no siempre fue sencilla. Fue el tercer portero de esa Eurocopa de 2000, donde España cayó en cuartos. En 2002, en el Mundial de Corea y Japón y ya como titular indiscutible, la selección cayó en idéntica ronda en un partido ante los anfitriones que ningún español olvidará jamás tan una ristra de innumerables polémicas arbitrales. En 2004, otro sinsabor. Y es que en el campeonato de Europa de Portugal, el equipo no pasó de la primera ronda. Poco tiempo después, ya con Luis Aragonés como seleccionador, cruz y cara. En el Mundial de 2006, "La Roja" se topó con una Francia liderada por un excelso Zinedine Zidane, cayendo eliminada. Fue el último fracaso importante de Iker Casillas como guardameta del equipo. A partir de ahí, se invirtió la tendencia. Adiós a la "maldición de cuartos". Adiós a viejos fantasmas.

   Austria y Suiza, en 2008, desniveló la balanza. Hacía 44 años que la selección absoluta no se alzaba con un título internacional. Tras un torneo delicioso, "El Santo" volvió a obrar milagros: en cuartos de final, contra Italia, se llegó a la tanda de penaltis tras acabar 0-0 en 120 minutos. Toda España temblaba. Iker inspiraba. Penalti parado. Iker expiraba. Otro lanzamiento detenido. Casillas estaba tranquilo. España, en semifinales. En esa ronda, "La Roja" jugó uno de sus mejores partidos de siempre. Enfrente, Rusia, no pudo hacer nada. 3-0 y a la final contra Alemania. Fernando Torres fue en ese momento el factor diferencial, marcando el gol de la victoria. Pero fue Casillas el que, como capitán, alzó la copa. Todos los españoles, eufóricos, compartieron el momento. Dos años después, se repitió hazaña, esta vez en Sudáfrica y, de nuevo, con Casillas como protagonista. En la final, dos paradas imposibles contra Holanda hicieron posible que se llegara a la prórroga. Iniesta "de nuestras vidas" marcó el tanto. Iker "de nuestros corazones" fue el primero en levantar la copa que acreditaba a España como la mejor selección del mundo.

   El círculo nació en Wembley en 1996, donde Iker jugó su primer partido en cualquier categoría con España. Tenía 15 años. El mismo tiempo después, con 30, una nueva página de su leyenda se escribe en ese templo del fútbol, inmejorable lugar para seguir tintando las hojas de un mito que no parece tener límites. 125 internacionalidades ya lo acreditan... Esta noche serán 126.

martes, 8 de noviembre de 2011

Jose Ángel de la Casa y “Poli” Rincón coinciden: “Seremos campeones de Europa”

   Volvió a sonar el “gol de Señor” esta mañana en España. Jose Ángel de la Casa, con su voz rota por la alegría, nos emocionaba a todos recordando aquella inolvidable noche del 21 de diciembre de 1983. Casi 28 años después del famoso 12-1 a Malta, www.teinteresa.es vivió junto al periodista y al jugador Hipólito “Poli” Rincón, protagonista del choque con cuatro tantos, aquel sueño convertido en leyenda. Anécdotas, recuerdos, emociones fuertes...y alguna lágrima. Gracias a Cafés la Estrella y a la inauguración de su “Agencia de los viajes en el Tiempo” de Madrid, tuvimos la ocasión de volver a soñar despiertos. Los dos lo ven claro: “somos superiores al resto y seremos campeones de Europa en 2012”.

¿Cómo vivisteis las horas posteriores al España-Malta y qué recuerdos tenéis del partido?

José Ángel de la Casa: Yo no era consciente de lo que iba a trascender. De hecho, mucha gente no lo había visto en directo y recuerdo tener que preparar al día siguiente otra retransmisión del partido. Llamé a Miguel Muñoz y a otra serie de gente y acabamos montando un coloquio para acompañar la narración. Eso sí, me acuerdo que durante el programa tuvimos innumerables llamadas que nos decían que lo que querían era escuchar la narración del partido, no a nosotros hablando. Eso es lo que más recuerdo del post-partido.
En cuanto al encuentro en sí, lo que más me llamó siempre la atención es que los jugadores, después del 3-1 al descanso, fueran capaces de superarse y acabaran logrando el objetivo. Siguieron creyendo y al final lo consiguieron.

Poli Rincón: Yo te puedo asegurar que cuando acabó el partido no sabía lo que había pasado. Sabía que habíamos jugado un partido, uno importante, sentía la felicidad de la gente...pero no era consciente de lo que habíamos logrado. Al día siguiente, Televisión Española puso el partido en diferido y fue ahí cuando yo realmente empecé a darme cuenta de todo. Para mí había sido como un sueño que se había hecho realidad. Cuando vi el partido, 24 horas después, entendí que habíamos entrado en los anales de la historia del fútbol y que yo había sido uno de los protagonistas.


¿Diríais que fue vuestro mejor momento periodístico/futbolístico?

José Ángel de la Casa: No, lo que está claro es que a mí la gente me recuerda y me va a recordar por este partido y, más concretamente, por el gol número 12, el de Señor. Me gusta que la gente se quede con ese momento de mi carrera. Estoy muy contento con ello.

Poli Rincón: Fue mi mejor momento futbolístico y también mi mejor día. Lo fue todo. Fue mi mejor momento deportivo pero no sólo para mí, también para todos los que estaban allí: el entrenador, los cámaras, masajistas... Fuimos partícipes de algo irrepetible. Ese partido es único. Fue un punto de inflexión en mi vida por todo, para siempre. Ese encuentro supuso un reconocimiento en la carrera de todos nosotros.


¿Qué diferencias veis entre la selección actual y la de entonces (1983)? ¿Le metería hoy España 12 goles a Malta?

José Ángel de la Casa: Hoy es muy difícil meter esos goles. Aquellos jugadores de Malta eran amateurs, entrenaban dos días por semana. Hoy, cualquier equipo juvenil entrena cuatro veces. La condición física fue muy importante en ese partido y, el cansancio, también.

Poli Rincón: Hoy sería muy difícil que España le metiese 12 goles a Malta. Por todo: nos empataron, el campo estaba embarrado... Seria casi imposible. Y dicho esto, la selección actual es mejor que la nuestra en todo: físicamente, mentalmente, en términos de calidad...aunque son dos épocas de la historia muy diferentes. Eso sirvió como base para lo que se ha logrado actualmente. Eso ha marcado las cosas que se han conseguido hoy. Esa noche nos dijimos: “señores, podemos ser campeones de Europa y campeones del mundo”. Gracias a eso, hoy somos campeones de Europa y campeones del mundo y, por qué no, a lo mejor en unos años podemos volver a decirlo.
Hablemos de la selección de fútbol actual, ¿cómo vivisteis, primero, el éxito de la Eurocopa y, después, el del Mundial? (Poli Rincón fue, como jugador, subcampeón de la Eurocopa de 1984).

José Ángel de la Casa: Yo creo que la resolución del fútbol español se consigue el día del 12-1 a Malta. Ese día nos devuelve el orgullo y las ganas de hacer un equipo competitivo. Ese partido le devolvió la fe a nuestro país. Gracias a eso, se pusieron los pilares de nuestra actual selección campeona de Europa y del Mundo. Hemos pasado por muchas épocas diferentes hasta llegar a la actual, donde nuestros jugadores han conseguido cosas inimaginables. Pero, para mí, el principio de todo se inicia con el 12-1 a Malta.

Poli Rincón: Yo sólo puedo darle las gracias a los jugadores actuales, a todas las personas, a Casillas como capitán, a todos, por haber conseguido lo que nosotros no pudimos conseguir o materializar años atrás. Ellos nos han hecho partícipes de la historia. Les agradezco a todos que nos hayan hecho sentir orgullosos de ser españoles al levantar esa copa.


¿Con cuál de los dos os quedáis y por qué?

José Ángel de la Casa: Por juego, por su brillantez, con el de la Eurocopa. La exhibición de España en ese campeonato fue impresionante y el partido de semifinales contra Rusia, increíble. El Mundial fue otro tipo de juego lo que demuestra que nuestro país tiene tal solidez y tal superioridad que es capaz de desarrollar lo más bonito en la Eurocopa y, lo más práctico, en el Mundial y ganar en ambos.

Poli Rincón: Yo me quedo con los dos. No puedo discriminar uno del otro. Creo que son, los dos, momentos muy importantes de nuestras vidas. Son, ambos, acontecimientos históricos.


Por último, cómo veis a la selección actual de cara al próximo campeonato continental (2012)? ¿Seremos el primer combinado en lograr Eurocopa-Mundial-Eurocopa?

José Ángel de la Casa: Yo sigo viendo a nuestra selección muy por encima de todas las demás. Creo que el juego y los jugadores que tiene España no los tiene ningún equipo. Eso sí, en 90 minutos, puede pasar cualquier cosa. Los jugadores españoles son los que lideran a sus equipos en todos lados: en el Real Madrid, el FC Barcelona pero también fuera de nuestras fronteras con Silva en el Manchester City, antes Fábregas en el Arsenal... Antaño venían jugadores extranjeros a sostener a nuestros equipos. Ahora, son los nuestros los que lideran a los equipos de aquí y también a los de allí.

Poli Rincón: No tengo ninguna duda de que vamos a ser campeones de Europa. Un partido te lo puede ganar cualquier pero ahora España es la mejor selección del mundo: nadie juega como nosotros, nadie tiene el sentimiento que tenemos nosotros y nadie tiene tampoco nuestro equipo. Hoy en día, en mi opinión, lo difícil es que España no sea campeona de Europa y, ojo, también campeona del Mundo. Eso es lo que mi corazón quiere y lo que yo deseo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Diagnóstico externo de los males del Atlético de Madrid

   Opinar siempre es complicado y más sin saber exactamente cuáles son los problemas internos sobre una cuestión. Si esa cuestión además es el Atlético de Madrid (fundado en 1903), el misterio es aún mayor. Por ello y, dado mi desconocimiento sobre el asunto, trataré de analizar lo más objetivamente posible cuáles son , en mi opinión, los males que adolecen al club del Manzanares.

   Para empezar, el primer problema está en lo cómodo que se encuentra el equipo en su papel de “Pupas”, creado por el fallecido ex-presidente Jesús Gil y Gil hace ya más de una década. Desde entonces, el Atlético ha dejado de ser, por títulos y competitividad, el tercer equipo de España, llegando incluso a jugar un par de años en Segunda División. Ganó en simpatía pero perdió en liderazgo.

   El conjunto rojiblanco se alzó con un histórico doblete en la temporada 1995/1996 de Liga y Copa con el serbio Radomir Antic como técnico. En aquel equipo jugaban leyendas como el “Cholo” Simeone, José Luis Pérez Caminero, Milinko Pantic o Kiko Narváez. Además, contaba con la presencia de Vizcaíno, Santi Denia, Toni o Solozábal. Una gran mezcla de jugadores nacionales e internacionales que llevó al Atlético a lo más alto. Desde entonces y hasta hace poco, 15 años de penurias, lágrimas, embargos, escándalos...

   Su mala posición se ha explicado a menudo por la falta de dinero en caja. La maltrecha economía atlética ha servido para intentar convencer a la parroquia de que el “parné” es el motivo por el que no pueden volver a imponerse en España y en Europa. Es cierto que el hecho de que se convirtiera en Sociedad Anónima Deportiva junto a la casi totalidad de los clubes (a excepción de Real Madrid, Barcelona y Athlétic de Bilbao) le ha debilitado, pero la realidad nos dice otra cosa: en 2010 llegaron Godín, Filipe Luis, Juanfran, Elías, Mario Suárez y Tiago. En 2009, Asenjo, Juanito, Cabrera, y Salvio. En 2008, Paulo Assunçao, Coupet, Heitinga, Sinama Pongolle, Ujfalusi y Éver Banega. En 2007, Raúl García, Abbiati, Forlán, Luis García, Cléber Santana, Simao, Reyes, Motta y Diego Costa. Y por último, en la 2006, Agüero, Maniche, Jurado, Seitaridis, Costinha, Zé Castro, Pernía, Marcelo Sosa y Miguel de las Cuevas.
En cinco años, en media década, varios cientos de millones gastados para conseguir dos titulares indiscutibles que entrarán en las páginas de oro del Atlético: Diego Forlán y Sergio Agüero. Además, otra terna de jugadores útiles, interesantes y valiosos como Reyes, Godín, Filipe Luis, Ujfalusi y Simao. Y por último, algún gran negocio como Jurado. El resto está muy por debajo de lo que nos inspira la historia del Atlético de Madrid. Todos estos fichajes han corrido a cargo del director deportivo Jesús Vicente García Pitarch, que llegó también en 2006.

   En cuanto a los técnicos, desde la marcha de Radomir Antic, la cúpula rojiblanca ha dado bandazos, empezando por Carlos Aguiar en la 98/99 y terminando por el actual Quique Sánchez Flores desde la 2009/10. En ese lustro se ha contratado a Claudio Ranieri, Luis Aragonés, Gregorio Manzano, César Ferrando, Carlos Bianchi, Pepe Murcia, Javier Aguirre y Abel Resino. Once entrenadores en 15 años, algunos de “perfil alto”, otros de “perfil bajo”, unos ofensivos, otros defensivos, alguno incluso “exótico”...
  
   La gente asegura que la solución pasa por que Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín abandonen el club. Su etapa, según ellos, ha caducado desde hace varios años. Pero es que el aficionado rojiblanco es diferente. El Atlético, para cualquiera de sus seguidores, es más que una religión. El Atlético no es un club favorito, es una forma de vida. Es la expresión máxima de la felicidad. Es la impresión física del sufrimiento. Extremos. Gente que vive, que siente, que vibra, que grita y llora. El Atlético es más importante que la política. Es papá y es mamá. Lo es todo, incluso cuando no se tiene nada. “¿Papá, porqué somos del Atleti?”. “Por tu forma de entender la vida, hijo. Somos diferentes. Somos únicos. Somos EL Atleti”, respondería el padre si le dieran opción. Alguien que está SIEMPRE ahí para su equipo, en las buenas y en las malas (no hay que olvidar que la afición, con el descenso, lejos de darle la espalda le apoyó más que nunca). De ahí que sea ya costumbre citar a la parroquia rojiblanca cuando surge la pregunta de cuál es la mejor hinchada española. Esa diferencia es buena...y mala. Y es que el colchonero parece a veces conformarse con poco.

   El Atlético ha contado en sus filas con mitos como Baltazar, Adelardo, Abel Resino, Javier Irureta, “Leivinha”, Peiró, Gárate, Caminero, Luis Aragonés, Futre, Torres o Agüero. En definitiva, con algunos de los mejores jugadores del mundo de sus respectivas épocas. Ahora debe ser más exigente, no debe tener como objetivo entrar “en Europa” y ver “qué pasa”. Es cierto que en una liga bicéfala como la española actual, los colchoneros deben ampliar sus miras y tratar de lograr grandes cosas fuera de nuestras fronteras.

   El Atlético de Madrid volvió a ser grande hace tan solo unos meses, con estos mismos dirigentes, con la consecución de la primera edición de la renovada Europa League (antes conocida como Copa de la UEFA) y alzándose poco después con la Supercopa de Europa ante el todopoderoso Inter de Milán. Parecía que las aguas bajarían por fin tranquilas en el Manzanares y que este logro podía ser el comienzo de algo hermoso. Pero el Atlético tiende, demasiado a menudo, a la autodestrucción. No importa el pasado. No hay ayer. Dos derrotas y todos fuera.

   Se necesita un poco de estabilidad, darle confianza a un entrenador que ha logrado en un año (llegó a mitad de la temporada pasada tras la destitución del decepcionante Abel Resino) lo que nadie había logrado en quince. Pero no parece suficiente. Nada parece suficiente para un equipo con tendencia a la combustión espontánea. No es por dinero. No es por jugadores (aunque la plantilla debería ser revisada cuidadosamente). No es por el entrenador. El problema del Atlético reside en una filosofía que debe ser renovada, en unas creencias obsoletas, en una moral herida. El atlético debe ser primero atlético y después antimadridista. Debe olvidarse de su eterno rival. El Atlético es un grande con nueve ligas, nueve copas y una Copa Intercontinental entre otros muchos títulos. Debe volver a sentirse poderoso. Debe creérselo de nuevo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Cassano, puro talento destructivo

   Antonio Cassano (29 años) pertenece a esa estirpe de futbolistas cuyo talento, inmenso, es únicamente proporcional a los escándalos que protagoniza. Mágico. Excéntrico. Único. Genio.

   Talentino, como se le conoce hoy en día, creció y maduró en el conflictivo barrio de Bari, Italia. La calle le ayudó a hacerse hombre a pasos agigantados. Conoció sus peligros, la debilidad y la fragilidad humana. Bordeó los límites, las fronteras del bien y del mal. El fútbol le salvó de una existencia llena de penurias. Vitales y económicas. Pero no de sí mismo. Sus piernas se estiraban, sus brazos se hacían más largos. Creció. Pero su cabeza seguía siendo la de un niño. Era un niño. Adelantado a su edad pero todavía imberbe, acompañado de un acné que acreditaba la fecha de nacimiento que ponía en su carnet de identidad. Su juego decía otra cosa. Debutó con 17 años, en el equipo de su ciudad, en 1999, logrando el ascenso a la Serie A. En su segundo partido en la máxima categoría manifestó que era diferente, que su juego podía convertirse en arte atemporal. Surrealismo abstracto. Control de tacón tras un pase largo. Minimalismo. Regate en una baldosa a Panucci y Blanc. Jugador de dibujos animados. Gol al Inter de Milán. Esa noche, Antonio Cassano avisaba a los dioses del fútbol. “Aquí estoy. Soy especial”.

Del Olimpo al Olímpico

La Roma pagó por él 30 millones de euros y, de un día para otro, se consolidó como una estrella. Por juego y cuenta bancario. Junto a Francesco Totti, otro nueve y medio, formó una de las parejas más deliciosas del mundo. Arte en movimiento. Fabio Capello, pintor de brocha gorda y técnico del equipo, logró calmar al demonio interior de Cassano. Acallar su vocecita interna. El Pibe de Bari pasó a ser un jugador más eficaz y efectivo. Más maduro. Hecho. Pero tras la marcha de este gigante de hierro de los banquillos con destino a Turín, Antonio volvió por sus fueros. Inestabilidad. Völler o Spalletti no supieron o no quisieron  templarle y la situación se tornó insostenible. El ídolo debía abandonar a sus fieles. Destino: Madrid. Peso: desconocido. El Real suponía un arma de doble filo: volver a formar parte de los elegidos o caer en la picadora de estrellas que es el equipo de la capital de España. Salió cruz. La aventura no pudo resultar peor. El italiano encontró otros placeres mayores que el balón, al que dejó de lado. Fuera de forma, solo, apartado… ni siquiera su otrora mentor, Fabio Capello, supo reconducirle en esta ocasión. Temporada y media y pocos partidos después, con muchas más sombras que luces, regresó a su tierra. La Sampdoria le esperaba con los brazos abiertos. Salió cara. Allí, recuperó la felicidad. Y es que Cassano es de ese tipo de personas transparentes. Su sonrisa es como la de los niños: no sonríe con la boca, lo hace con el alma. Tras convertirse en el referente del equipo, su ángel se fue imponiendo poco a poco, a pesar de esconderse en algunas situaciones: contra el Torino y después de lograr el empate a dos para su equipo, Talentino vio la amarilla por su vehemente celebración. Minutos más tarde se encaró con el árbitro, vio la cartulina roja por ello, le tiró su camiseta y le avisó de que le “esperaría fuera”. El paciente mejoraba pero… En la Samp formó, junto a Giampaolo Pazzini, una de las duplas más letales de todo el campeonato. Su contribución fue tan decisiva que, cuando abandonó el barco, éste se hundió rumbo a la Serie B…

   Actuaciones estelares. Siempre ese trote singular. Titulares. Vuelta al primer plano internacional. Milán AC. El equipo entrenado por Massimiliano Allegri arriesgó y decidió apostar por él para formar, junto a Ibrahimovic, Robinho y Pato, uno de los frentes de ataque más temibles de Europa. Además, regresó a la selección nacional para convertirse en piedra angular del nuevo proyecto de Cesare Prandelli. Pazzini o Rossi. O Ballotelli. Siempre Cassano.
   
    Raúl González Blanco, buque insignia de la historia reciente del Real Madrid y ex-compañero suyo, señaló que el punta era “el jugador más talentoso con el que había jugado“. El más creativo. Un artista. Un hombre que ha compartido vestuario con leyendas como Luis Figo, Ronaldo Nazario, David Beckham y, sobre todo, Zinedine Zidane. Para un símbolo, para el máximo goleador de la historia de la Champions League, para una figura mundial, Cassano los superaba a todos. Hasta ahí podría haber llegado el impacto del bueno de Talentino…

   Hace pocos días, después de su último partido, el de Bari se sintió indispuesto y desorientado. Diagnóstico: ictus isquémico. Su sangre superaba el centro del campo pero era capaz de llegar al área rival… Dicen que también perdió el habla. Pero su fútbol no puede ser silenciado. Antonio seguirá gritando talento en cada terreno de juego.

domingo, 16 de octubre de 2011

Un Arsenal de dos caras se lleva la batalla del Emirates (2-1) ante un Sunderland voluntarioso

    El Arsenal se impuso este domingo al Sunderland por 2-1 en un Emirates Stadium deseoso de ver a su equipo alzarse con una victoria balsámica, que servirá para encarar con confianza su partido de esta semana de Champions League así como sus próximos compromisos ligueros, donde deberá ir escalando en la tabla ya que, actualmente, es décimo con 10 puntos. El Sunderland, por su parte, se ahoga y es ya decimoséptimo con sólo 6.

    Los hombres de Arsene Wenger empezaron el encuentro con un ritmo altísimo, con ganas y energía, lo que se tradujo en el gol de un Robin Van Persie imperial toda la tarde: Gervinho encaró a su par en la izquierda, recortó hacia adentro y encontró al holandés que, con su pierna derecha, casi en la frontal del área, remató colocado, imposible para Mignolet. 1-0 y lo que parecía una tarde plácida para el Arsenal. Nada más lejos de la realidad... Van Persie tuvo el tanto de la jornada en sus botas pero su intento de vaselina colocado, desde lejos con su pierna menos buena, se estrelló en la madera. Presión, intensidad, madurez... El equipo de Londres en los primeros 25 minutos. Después, dudas, inseguridades, hastío. Así, los hombres de Steve Bruce se fueron estirando haciéndose dueños de la pelota hasta que, Sebastian Larsson, seguramente su hombre más talentoso, puso una falta a la escuadra del polaco Szczesny a la que no pudo llegar. 1-1, dominio “Black Cat” y al descanso. Como ante el Blackburn (derrota por 4-3), lo que parecía un partido cómodo a punto estuvo de convertirse en pesadilla. Y van...

   La segunda mitad arrancó con otro aire. Los del Arsenal respiraron en vestuarios y mostraron otra determinación...un rato. Todo el juego “gunner” pasaba por las botas de Thomas Rosicky. El checo, que en los primeros 45 minutos estuvo desaparecido, sacó su talento a relucir y dio un recital de pases profundos, de cómo llevar el tempo, de precisión...mientras le duró la gasolina. Por entonces, Arteta se había diluido, André Santos había sustituido a Gibbs y Gervinho había dejado su lugar a un Arshavin vivo, peligroso y creativo en cada una de sus acciones. Así, poco a poco, pulgada a pulgada, los de Wenger arrinconaron a los de Bruce hasta que, Van Persie, volvió a adelantar a los suyos. En la primera parte, el holandés había visto cómo Larsson le robaba protagonismo con su gol y quiso volver a ser el centro de todos los focos. El número uno del encuentro. Y lo logró gracias a una falta perfecta, gracias a un toque sutil que superó la barrera e hizo imposible la estirada de Mignolet. Desde ahí y hasta el final, tranquilidad. Robin demostró que es y puede seguir siendo el héroe de dibujos animados que dicen sus cuentos. El partido duró lo que él quiso. Se vio a un Arsenal más serio y maduro durante algunas facetas del choque pero, durante otras (casi la mayoría), sigue siendo un conjunto blando, timorato, inocente. Veremos si las semanas, la práctica y el talento hacen que los hombres de Wenger vuelvan a ser un equipo, con todas las letras, muy pronto... Los mimbres existen. ¿La paciencia?

viernes, 14 de octubre de 2011

Arsenal-Sunderland : talento cerca del descenso

    Arsenal y Sunderland. Sunderland y Arsenal. Emirates Stadium de Londres. Domingo, 14:30 hora española. Dos equipos necesitados de los tres puntos. Así podría resumirse, brevemente, la batalla que tendrá lugar este fin de semana, entre dos conjuntos en apuros, en la capital de Inglaterra.

    Arsène Wenger en un frente. Steve Bruce en otro. Dos técnicos cuestionados hasta la extenuación. En entredicho. El primero, por haber descompuesto un equipo joven pero dominador y porque muchos dudan de que se reconstruyera adecuadamente. El segundo porque, a pesar de la inversión millonaria de su ex-presidente, que abandonó el cargo esta semana, obtiene semana tras semana pobres resultados.

    El Arsenal es actualmente decimoquinto en la tabla, con 7 puntos, un puesto por delante de su rival del domingo, que es decimosexto. Aunque ninguno de los dos luchará por intentar eludir el descenso, la realidad es que, actualmente, sólo están dos y una unidad por encima de la segunda división inglesa respectivamente.

    A pesar de todo, el técnico galo de los “Gunners” se ha mostrado optimista sobre el devenir de su equipo en todas las competiciones y confía en lograr grandes resultados a partir de ahora: “A veces se nos ha reprochado el no tener gente con suficiente experiencia en nuestra plantilla. Ahora, tenemos muchos jugadores que, por veteranía, podrían ser capitanes. Eso será muy importante en abril y mayo, cuando tendremos los compromisos más determinantes.”

    Además, se mostró seguro sobre la reconstrucción de su plantilla tras la marcha de hombres tan decisivos y carismáticos como Samir Nasri o Cesc Fábregas: “Estoy muy contento con los fichajes que he realizado y mi desafío ahora mismo es demostrar que tomé las decisiones correctas. Confío plenamente en todos ellos y estoy convencido de que me acabarán dando la razón”.

    Por último, el ruso Andrei Arshavin se desmarcó esta semana con unas sorprendentes declaraciones en las que aseguraba que estaba lejos de su mejor nivel: “Todo el mundo debe esperar más de mí: desde goles y regates imposibles hasta pases decisivos. Quiero llevar a mi equipo al título”.

    El Sunderland, por su parte, saldrá sin complejos desde el inicio y su técnico, Steve Bruce así lo ha advertido: “Contra los grandes equipos no puedes sólo replegarte y defender porque entonces estás perdido. Tenemos jugadores que pueden hacerle daño al Arsenal e iremos a atacarles desde el principio”.

    El Arsenal querrá seguir su impecable racha ante el Sunderland, equipo contra el que nunca ha perdido en la historia de la Premier League.

    Estas son las listas de convocados de los dos equipos:

Arsenal: Szczesny, Gibbs, Mertesacker, Koscielny, Song, Frimpong, Jenkinson, Ramsey, Arteta, Gervinho, Van Persie, Walcott, Fabianski, Park, Santos, Benayoun, Coquelin, Oxlade-Chamberlain, Djourou, Rosicky, Arshavin, Chamakh, Miquel, Squillaci.
Sunderland: Mignolet, Westwood, O'Shea, Brown, Richardson, Turner, Laing, Cattermole, Gardner, Vaughan, Larsson, Colback, Elmohamady, Meyler, Sessegnon, Wickham, Ji, McClean, Cook.

domingo, 9 de octubre de 2011

Fernando Torres, tras su sombra

   En “Hook”, Robbin Williams como Peter Banning se peleaba con su sombra, Peter Pan, más joven, más rápida, más viva, en busca de recuerdos pasados, de una época mejor. Hoy, Fernando Torres (27), menos “niño” que nunca, repite el juego. Abandonó el Atlético de Madrid para huir de la presión y en busca de títulos. Aterrizó en el Liverpool campeón de Europa, que parecía asegurárselos. Tres temporadas y media después, con el palmarés lleno de telarañas, se marchó al Chelsea. Esta es la historia de un delantero “eternamente joven”, de un jugador siempre en entredicho.

   Torres debutó hace ya más de 10 años en el Atlético de Madrid, el club de sus amores y en el que creció como futbolista y como persona. En el peor momento de la historia del club, Fernando dio la cara. Con tan solo 17 años, en Segunda División, el “Niño” tomó la alternativa. En la 2000/2001 disputó cuatro encuentros de liga, anotando un tanto, y dos de copa. El club no logró salir de su particular infierno, pero la gente ya empezaba a hablar de ese chico imberbe, de ese joven con acné que se dejaba el alma por la roja y blanca.
Tras el varapalo de quedarse sin ascenso en su primer intento, Torres se hizo un hueco en el equipo, llevándolo al lugar que nunca debió abandonar: la Primera División del fútbol español. 36 partidos de liga y 6 goles después, Fernando descubriría que su lugar estaba entre los más grandes.
Y es que la historia de Torres va unida inexorablemente a la del Atlético de Madrid, que buscaba recuperar su sitio como “tercer equipo de España”. De la mano del punta, en la 2002/2003 finalizó undécimo, con 12 tantos en 29 partidos del “Niño”. Pero "rompió el cascarón" un año después. La 2003/2004 fue la explosión definitiva de un joven jugador que ya llamaba a la puerta de los clubes más míticos del planeta fútbol: 19 goles con 20 años y tercer máximo realizador del campeonato doméstico. Había nacido una estrella.

   Esa irrupción estremeció a todos. Sólo se recordaba algo parecido en la leyenda madridista Raúl González Blanco. Pero en ese momento, también, nació la presión desmedida. Se le nombró capitán del equipo y sus cifras empezaron a bajar. Todos esperaban de él que fuera determinante en cada jugada, que llevara al club a aspirar a todos los títulos. La realidad fue otra. Un Torres hiperpresionado fue bajando su nivel hasta que se hartó definitivamente: 16 tantos en la 2004/2005, 13 en la 2005/2006 y 14 en la 2006/2007. Números que estaban lejos de su estatus de estrella mundial pero que se explicaban precisamente por ese afán suyo de demostrar, en cada jugada, que se merecía formar parte del olimpo futbolístico.

   En ese momento y, tras aterrizar en esa última temporada en el Calderón Sergio Agüero, Fernando Torres dijo basta. Cero títulos y demasiados palos después, necesitaba un cambio de aires. Quería hacer crecer su palmarés y cobrar acorde a sus prestaciones. Entonces, Rafa Benítez, llamó a su puerta. El Liverpool, reciente campeón de Europa, vio en el chaval de Fuenlabrada a la guinda del pastel para intentar revalidar la máxima corona continental. Se habló de 36 millones de euros por un delantero que nunca había marcado más de 19 goles pero al que le avalaba su hambre, su edad y un potencial desmesurado.

   Y no defraudó. El “Niño” pasó a ser “The Kid” y calló las bocas de todos y cada uno de los que dudaban de él: 24 goles en la Premier League y 33 en total en su primer año en Anfield. El punta había crecido y, ahora sí, ya formaba parte del elenco de “los elegidos”. Fue nombrado “mejor debutante de la Premier”. Si esto no fuera suficiente, días después, entró con letras de oro en la historia de la selección española. La Roja se alzó con la Eurocopa por segunda vez y, aunque Torres jugó un torneo más que decepcionante, fue el goleador en la final. Nadie recordará ya las ocasiones falladas. Entró en el corazón de todos en el momento en el que le tomó la posición a Philipp Lahm, se adelantó también al portero y le superó con un toque sutil por arriba. Torres, todo en uno: potencia, rapidez y definición. España era campeona de Europa y Torres era el nuevo rey del país. Su participación le valió para ser elegido poco después “Balón de Bronce” por France Football y lograr el tercer puesto en el Fifa World Player. Tenía sólo 24 años y ya estaba en lo más alto.

   Pero a partir de ahí, todo fue a peor: lesiones, bajo estado de forma, críticas en Inglaterra... La realidad es que el “Niño” cada vez lo era menos y sus números empezaban a mengüar: 14 tantos en la 2008/2009 en la Premier, 17 en todas las competiciones, y 18 en la 2009/2010, 22 si contamos también los de la Europa League.

   Torres, por unas cosas u otras, parecía haberse estancado. Sufría molestias que le mantenían demasiado tiempo alejado de los terrenos de juego, erraba ocasiones inverosímiles en él... Eso sí, a pesar de todo, mantenía el promedio realizador más alto de la competición en lo que a goles por minuto se refería... Pero no era el mismo. De nuevo, tenía la opción de redimirse con España en el Mundial de Sudáfrica. Era la ocasión perfecta para demostrar a todos que seguía siendo importante. Pero fracasó estrepitosamente. España ganó la Copa del Mundo pero Torres perdió. Nunca fue determinante y acabó siendo relegado al banquillo en las rondas definitivas. Además, cuando aterrizó en Liverpool, ya sin su máximo acreedor Rafa Benítez y después de haber vendido a sus máximas estrellas (Xabi Alonso o Mascherano entre otros), el ambiente estaba enrarecido. De nuevo, molestias. Otra vez, dudas y más dudas. Como siempre, su palmarés a 0.

   Entonces, Roman Abramovich y Carlo Ancelotti acudieron a su rescate. Pagaron 58 millones de euros al club de Anfield y se hicieron con sus servicios para intentar luchar por la Champions League. Y es que una dupla Drogba-Torres asustaba a propios y extraños. El 31 de enero, a última hora, se cerró su fichaje. Dos meses y medio después, “The Kid” sigue en blanco con los “Blues”. Lleva ya 12 partidos, más de 13 horas de fútbol sin ver puerta. La presión de nuevo es máxima y, de momento, el de Fuenlabrada no está respondiendo. Necesita tiempo. En Stamford Bridge se lo van a dar. Pero ser el quinto fichaje más caro de la historia (después de Cristiano Ronaldo, Zidane, Kaká y Figo) y el primero fuera de la órbita del Real Madrid, representan palabras mayores. A Torres se le exige ya y Fernando debe rendir ahora.

   Si atendemos a sus números “brutos”, son bastante explícitos: 26 goles en 84 partidos con la selección (poco menos de 1 cada tres encuentros), 65 en 108 en la Premier, 75 en 174 en Primera División y 8 en 27 en la Champions League.

   La historia de Torres es la de un grandísimo futbolista, de alma rojiblanca, que no consigue encontrar su lugar. No logró títulos en el Atlético y se marchó en su búsqueda. Liverpool parecía el destino idóneo... pero tampoco lo fue. Ahora, en el Chelsea, otro de los grandes, las cosas no van precisamente de la mejor manera. El gafe persigue a un delantero más mediático que sus cifras, menos niño que nunca y que debe aprovechar este último gran tren si quiere demostrar que es más que su alargada sombra.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Blackburn-Arsenal: cuando la derrota no es una opción


   Blackburn Rovers y Arsenal abren este sábado, a las 13h45, la quinta jornada de la Premier League con un partido en el que ambos conjuntos necesitan la victoria. El primero, porque es colista en la tabla con un solo punto en cuatro partidos mientras que el segundo necesita sumar de tres en tres si quiere volver a verse arriba en la clasificación. Actualmente, los pupilos de Arsène Wenger son 12º tras haber sumado una victoria, un empate y dos derrotas en el campeonato doméstico.

   Como apuntó Wenger en sus últimas declaraciones: “la victoria ante el Blackburn es vital. Debemos ganar el partido como sea. Vivimos en un entorno que cuestiona cada partido en el que no ganamos pero no nos quejamos por ello. Dentro del club sentimos que estamos en la senda correcta: las sensaciones son buenas, estamos juntos y nos sentimos fuertes”.

   Y es que el Arsenal logró su primera victoria de la temporada en la pasada jornada, frente al recién ascendido Swansea, gracias a un tanto de Arshavin (1-0) y empataron en Dortmund en el primer choque de la Champions League (1-1) tras haber ido por delante en el marcador durante la mayor parte del encuentro. Así, los aficionados de los “gunners” esperan que su equipo siga levantando la cabeza y sumando de tres en tres para colocarse, otra vez, en las zonas privilegiadas de la tabla.

   De esta forma, Wenger podría formar con Szczesny en la portería; Sagna, Mertesacker, Koscielny y Gibbs en defensa; con una línea de tres en el mediocampo formada por Song, Arteta y Benayoun y Walcott, Van Persie y Gervinho o Arshavin como hombres más adelantados.
Wenger confiará una vez más en recién llegados como Arteta, Mertesacker y Benayoun que, de momento, le están dando otro aire al equipo.

   El Arsenal no ha ganado ninguno de sus últimos cinco partidos fuera de casa pero sólo ha perdido en una de sus cinco últimas visitas a Ewood Park, sumando tres victorias en la casa del Rovers.

   En cuanto al conjunto local, el Blackburn Rovers intentará lograr su primera victoria de la temporada para empezar a salir del hoyo en el que actualmente se encuentra. Un punto en cuatro partidos, precisamente en el último choque contra el Fulham fuera de casa (1-1), han hecho saltar las alarmas de todos y cada uno de sus aficionados y dirigentes.
Para este partido, su técnico Steve Kean ha afirmado que deben “mantener la esperanza” y podrá contar con Hoilett, Gamst Pedersen, David Dunn y Ryan Nielsen, que eran duda hasta hace pocas horas.

   Así, su alineación podría ser: Robinson; Salgado, Dann, Samba y Givet; Hoilett, Dunn, Nzonzi, Formica; Rubén Rochina y Goodwille. Dos españoles, por lo tanto, formarían de inicio este sábado.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Previa Sunderland-Chelsea

    Sunderland y Chelsea se enfrentarán este sábado en uno de los encuentros más atractivos de esta cuarta jornada en la Premier League. Los hombres entrenados por el inglés Steve Bruce intentarán dar un golpe de efecto en este inicio de liga y lograr su primera victoria en una temporada en la que han arrancado 13º tras haber sumado dos empates y una derrota.
Por su parte, el Chelsea del portugués André Villas-Boas, 4º en la tabla con dos partidos ganados y uno acabado en tablas, buscará no descolgarse de los dos líderes, los dos equipos de Manchester (United y City). Para ello, el técnico “blue” podría alinear a su compatriota Raúl Meireles, proveniente del Liverpool, para dotar de sentido a un mediocampo al que le sobra fuerza y le falta cabeza.

    Del proyecto del Sunderland se esperaba más el año pasado y también este pero parece que las cosas no le están saliendo de la mejor forma a Steve Bruce. Y es que han llegado grandes jugadores, contrastados todos, pero de momento no están dando sus frutos. Hombres como Brown y O´Shea, flamantes ex jugadores del Manchester United o Sessegnon y Asamoah Gyan, importantísimos antaño y con sus selecciones pero que hoy no dan el rendimiento esperado. No hay más que observar la demoledora estadística que dice que el Sunderland ha perdido siete de sus últimos ocho encuentros en su estadio, el Stadium of Light, racha que empezó precisamente contra el Chelsea el pasado 1 de febrero y que esperan romper este sábado.

    Por su parte, el conjunto de Villas-Boas es un equipo al que apetece ver. El técnico luso, desde su llegada, instauró una táctica 4-3-3 y en estos momentos sigue intentando perfeccionarla. Fernando Torres es la punta de lanza del sistema y, tras su brillante debut (con gol incluido) en la pasada jornada, podría acompañarle en una de las alas el también español Juan Mata. De igual forma podrían formar en el equipo los ya recuperados Petr Cech y David Luiz. El que no jugará seguro será Didier Drogba, que tuvo que ser hospitalizado por un golpe en la cabeza en el choque ante el Norwich y que se perderá, por lo menos, una semana más de competición.

    Así, el Sunderland, previsiblemente, formará con Simon Mignolet en la portería; Bardsley-Brown-Turner-O´Shea en defensa; Cattermole-Larsson-Richardson-Colback-Sessegnon en el medio y, sólo en punta, el ghanés Asamoah Gyan.
De esta forma, el fichaje "mediático" del equipo, el danés ex del Arsenal Nicklas Bendtner esperará su oportunidad en el banquillo. No hay que olvidar tampoco la ausencia de Anton Ferdinand, pieza clave en los últimos tiempos en el equipo de Bruce y que abandonó el barco el día del cierre del mercado rumbo al Queens Park Rangers.

    En cuanto al Chelsea, se espera que juegue Petr Cech en la meta; Bosingwa-Ivanovic-Terry-Cole en la retaguardia; Ramires-Obi Mikel-Lampard como generadores de juego y Florent Malouda (o Juan Mata)-Torres-Anelka como hombres más adelantados. Romelu Lukaku y Meireles esperarían, presumiblemente, su oportunidad en el banquillo de los reservas.

domingo, 28 de agosto de 2011

Hablar en el campo


   0-6 para empezar la liga. Set en blanco para los blancos ante un Zaragoza inoperante. Inmejorable forma de comenzar el campeonato doméstico. El Real Madrid fue mejor de principio a fin, mostrando una superioridad aplastante a lo largo y ancho del encuentro. Y, a pesar de lo abultado del marcador, éste pudo haber sido mucho más amplio si Callejón, Benzemá o el propio Cristiano Ronaldo, autor de un triplete, hubiesen estado más acertados. El equipo de José Mourinho habló donde tiene que hacerlo: sobre el terreno de juego.

   Tras la resaca de la Supercopa y después de este inicio liguero en la jornada 2, es la hora de las conclusiones. La primera y la más clara: este Real Madrid es mejor que el de la campaña pasada. Sólo ha entrado en el once el portugués Coentrao (por las bajas de Khedira y Nuri Sahin), pero el equipo ha elevado sus señas de identidad a la énesima potencia: transiciones eléctricas, superioridad ofensiva, seguridad defensiva y triangulaciones fulgurantes en tres cuartos de campo. Además, Karim está más en forma que nunca y juega y hace jugar al resto de sus compañeros, lo que aporta un plus combinativo en el área rival. Si a esto se le suma que Cristiano Ronaldo sigue insaciable y que Özil es lo más parecido a Zidane que se recuerda...0-6.

   En esta ocasión Mourinho tampoco inventó nada raro. 4-2-3-1, como casi siempre. Mucha posesión. Mucha progresión del equipo. Ante el Barcelona, en la ida y en la vuelta, su equipo seguramente también fue mejor que el rival. El factor diferencial fue Messi. El título, para los culés. Pero no perdió el Real Madrid. Lo hizo José Mourinho. También el madridismo. Dedo en el ojo, faltas de respeto en rueda de prensa...una más. No la última. Lo malo del asunto: nadie le ha dicho nada, recriminado, obligado a pedir perdón. Bienvenidos al José Mourinho C.F. Para bien y para mal. Es uno de los dos o tres mejores entrenadores del mundo pero... Además, algo ha cambiado. Los aficionados del Real Madrid, o por lo menos una gran parte de ellos, han sido lobotomizados... “Tu dedo nos guía el camino”, rezaba una de las pancartas en el Santiago Bernabéu, el día de su trofeo. Cuidado. Todo lo que rodea al técnico portugués es extremo. O estás con él o contra él. Si estás con él, felicidades, eres un madridista de pro. Sino, ojo, no eres bienvenido en el feudo blanco.

   El equipo respondió en el campo. Un 0-6 en la Romareda es la mejor manera posible de acallar críticas y voces discordantes, sobre todo antes del parón obligado por las convocatorias internacionales. Salvo nueva metedura de pata de Mourinho en los próximos días, en alguna rueda de prensa o entrevista (“Casillas no es intocable”), las aguas bajarán tranquilas por la Castellana hasta la próxima jornada... El Madrid es mejor y se acerca al Barça rápidamente...gracias y a pesar de José Mourinho.